Buscándome Líos
La
noche de mi primera reunión de célula llovía
mi
manera de chorrear fue muy aplaudida por cuatro o cinco personajes del dominio
de Goya
todo
el mundo ahí parecía levemente aburrido
tal
vez de la persecución y hasta de la tortura diariamente soñada.
Fundadores
de confederaciones y de huelgas mostraban cierta ronquera y me dijeron que
debía escoger un seudónimo
que
me iba a tocar pagar cinco pesos al mes
que
quedábamos en que todos los miércoles
y
que cómo iban mis estudios
y
que por hoy íbamos a leer un folleto de Lenin
y
que no era necesario decir a cada momento camarada.
Cuando
salimos no llovía más
mi
madre me riñó por llegar tarde a casa.
Roque Dalton