31 mar 2014


Mi Cacharrito
Canción
 'Esta es una de las muchas historias que suceden conmigo.
Primero, fue el susto cuando lo del león aquél.
Después, era prohibido fumar y me encontré con dinamita.
Todo eso sin contar el tremendo impacto que me llevé con la historia de la chica del gorro.'

Mandé mi cadilak al mecánico hace días
Hace tanto tiempo que en verdad lo merecía
Y como necesito tanto el carro lo llevé a revisar bi,bi
Quiero reparar mi cadilak, yu, bi,du,bi,du,bi,du, du,bi

En estas circunstancias el patrón me sugirió
Prestarme aquel cacharro que en el fondo apareció
Y cuando el cadilak reparaban yo usaba aquel perol bi, bi
Esa cafetera es un perol, yu, bi,du,bi,du,bi, du, du,bi

La rueda era ovalada y el arranque era de mano
El freno frenaba un poco retrasado
Temblaba como un loco atacado de sambito si señor bi,bi
Daba pena ver aquel perol, yu, bi,du,bi,du,bi, du, du,bi

Monté mi cacharrito y a una gran velocidad
De diez millas por hora recorrí por la ciudad
En cuanto yo paré una morena a mi lado se montó bi,bi
La chica se prendió de mi perol, yu, bi,du,bi,du,bi, du, du,bi

Y muchas otras chicas que encontré por el camino
Estaban encantadas de montar en mi carrito
Conforme pasa el tiempo yo me estoy encariñando más y más bi,bi
Este cacharrito me gustó, yu, bi,du,bi,du,bi, du, du,bi

Pero el cadilak ya está listo en el taller
Lavado, preparado y pintado de verdad
Pero mi corazón a la hora de cambiar me palpitó, bi,bi
Mi corazón quedó en el perol, yu, bi,du,bi,du,bi, du, du,bi

'Bueno, ustedes me perdonan pero ahora yo me voy.
Existen mil muchachas que quieren salir conmigo.
Pero todo es por causa de mi cacharro, saben.
Voy, Bye, Tchau...'

Roberto Carlos

Esta Cobardía
Canción
No se da ni cuenta que cuando la miro
por no delatarme me guardo un suspiro
que mi amor callado se enciende con verla
que diera la vida para poseerla.

No se da ni cuenta que brillan mis ojos
que tiemblo a su lado y hasta me sonrojo
que ella es el motivo que a mi amor despierta
que ella es mi delirio y no se da cuenta.

Esta cobardía de mi amor por ella
hace que la vea igual que una estrella
tan lejos, tan lejos en la inmensidad,
que no espero nunca poderla alcanzar.

No se da ni cuenta que le he concedido
los cálidos besos que no me ha pedido
que en mis noches tristes desiertas de sueño
de loco deseo me siento su dueño.

No se da ni cuenta que ya la he gozado
porque ha sido mía sin haberla amado
que es su alma fría la que me atormenta,
que ve que me muero y no se da ni cuenta.

Esta cobardía de mi amor por ella
hace que la vea igual que a una estrella
tan lejos, tan lejos en la inmensidad,
que no espero nunca poderla alcanzar.

Frankie Ruiz
Cantante


Cambio De Giro
Atardecer. Medellín, Colombia
Hoy es un gran día un día perfecto
un día glorioso azul cálido luminoso
un día de gorriones y violines,
acabo de enterarme que mi padre no es mi padre
que mi madre es mi abuela que mi hermana es mi tía
y que las putas se van al cielo,
hoy es un gran día, me dicen que debo abandonar
la casa, que estafé a mi abuelo
que siempre fui un vagoinútilbuenoparanada,
que mi poesía me arrastrará al infierno
que abandoné todas las carreras
y que un día no saludé a las nubes;
me acusan de esto, de lo otro y lo de más allá,
me acusan de haber matado al sol
de haber instigado a Marilyn con los barbitúricos
y de propiciar la muerte del Che;
y aquí estoy, balanceándome en la cornisa,
con un par de libros y calzoncillos en la maleta,
como dijo el poeta Gregory Corso:
-entusiasmado con mi nueva vida-.

Hugo Vera Miranda

Último Poema
Tanto soñé contigo,
Caminé tanto, hablé tanto,
Tanto amé tu sombra,
Que ya nada me queda de ti.
Sólo me queda ser la sombra entre las sombras
ser cien veces más sombra que la sombra
ser la sombra que retornará y retornará siempre
en tu vida llena de sol.

Robert Desnos
1900 - 1945.


Tu Recuerdo
Mural. Medellín, Colombia
Dentro,
muy dentro de la piel,
más allá de los órganos
más allá de las células,
donde los fotones
del alma se aglutinan
forjando mi entendimiento:

¡allí conservo tu recuerdo!

Felipe Antonio Santorelli
poemascientificos.blogspot.com

Las Desconocidas
 Y estaba allí, en aquella esquina,
besando aquel vaso de cubata, creo,
y te mire a los ojos como perdida,
dibujando en mi retina la silueta de tu cara.
Nos fuimos acercando sin darnos cuenta,
fruto del imán de nuestras pasiones,
tu te perdías en mis orejas, mientras...
yo te acariciaba con ansia el pelo.
Nos cogimos de la mano y fuimos hacia casa,
había poca gente por la calle,
estábamos sudando, pero hacía frío.
Cerramos la puerta, unimos nuestras bocas,
y el tiempo se volvió como invisible.
Se hacían cenizas mis pezones, 
al ritmo que los sorbías con la boca,
corrían tantas gotas por tu cuerpo,
que quise beberlas todas a un tiempo.
Y así como dos fieras en celo,
sucumbimos a los pecados terrenales,
nos dimos cuenta que era el medio día,
y que aún no sabíamos de nuestros nombres.

 Hannah
TuBreveEspacio.com

30 mar 2014


Si las Nubes no Anticipan... 
Repetición
Medellín, Colombia
Si las nubes no anticipan en sus formas la
historia de los hombres 
Si los colores del río no figuran los designios del
Dios de las Aguas 
Si no remiendas con tus manos de astromelias las
comisuras de mi alma 
Si mis amigos no son una legión de ángeles
clandestinos Qué será de mí

Raúl Gómez Jattin

Profundidad
He aprendido a mirar de una manera más viva:
como si mis abuelos por mi sangre miraran;
como si los futuros habitantes
alzaran mis pestañas.

Yo no miro la piel sino lo que en la piel
es fuego y esperanza.
Lo que aún en los muertos
sigue nutriendo razas.
Lo que es vida y es sangre
tras la inmovilidad de las estatuas

Jorge Debravo

Mañana Escucharé... 
Mañana escucharé
el eco de tus pasos
en mi memoria,
no para reconstruirte,
sino para negarle al tiempo
su complicidad con el olvido. 

Julio César Aguilar

29 mar 2014


Si acaso... 
Yo nada pido, nada
estoy diciendo, no,
es nada lo que quiero
al decir lo que digo;
mínimamente es nada
esto que estoy diciendo. 
Si acaso, la conciencia
de no saberme muerto,
de pretender subir
por rumbo misterioso
a ese gran misterio
de la palabra dicha. 
Yo nada pido, nada
estoy diciendo, no,
sólo sé que es del canto
la inevitable voz. 

Julio César Aguilar
Mulata
Mujer en la Baranda por Fernando Arroyave
Medellín, Colombia
Ya yo me enteré, mulata,
mulata, ya sé que dise
que yo tengo la narise
como nudo de cobbata.

Y fíjate bien que tú
no ere tan adelantá,
poqque tu boca é bien grande,
y tu pasa, colorá.
Tanto tren con tu cueppo,
tanto tren;
tanto tren con tu boca,
tanto tren;
tanto tren con tu sojo,
tanto tren.

Si tú supiera, mulata,
la veddá:
que yo con mi negra tengo,
y no te quiero pa ná!

Nicolás Guillén

Pequeñas Muertes
Los sueños son pequeñas muertes 
tramoyas anticipos simulacros de muerte 
el despertar en cambio nos parece 
una resurrección y por las dudas 
olvidamos cuanto antes lo soñado 
a pesar de sus fuegos sus cavernas 
sus orgasmos sus glorias sus espantos 
los sueños son pequeñas muertes 
por eso cuando llega el despertar 
y de inmediato el sueño se hace olvido 
tal vez quiera decir que lo que ansiamos 
es olvidar la muerte 
apenas eso.

Mario Benedetti 

22 mar 2014


Blasfemo
Universidad Nacional
Medellín, Colombia
Durante años salí a buscarte
Y ahora que no te busco te aparecés en las esquinas
Y me mirás con esa cara de silencio

Busco a dios en tus ojos
No lo encuentro
Tampoco está en la tarde de domingo
Descielado
Bajo lentamente por tus piernas
Y la zarza arde todavía

Una lata vacía es una lata vacía
Pero la he llenado de lápices, marcadores y alfileres
Ahora ya no es más una lata vacía
Ahora es una lata llena
Una lata vacía es también la posibilidad de llenar algo
Una lata vacía
Es como la mitad de la muerte

Leandro Calle
eldesaguaderorevista.blogspot.com

21 mar 2014


La Puta y la Ciudad
Transporte Masivo Metro Cable
Medellín, Colombia
La ciudad es la puta
que me puedo pagar.

La que coge el teléfono,
hotel y domicilio, cualquier hora,
todas las madrugadas.

La que me fía su carne
y se ofrece en los parques
a bolsillos vacíos,
o se lo bebe todo y prende el mundo
en fuego artificial.

La ciudad es la puta
que me espera y me ama,
la que mejor lo finge.
La que nunca me cierra
sus puertas o sus piernas
largas como descalzas avenidas.

Ana Ares
poesia-del-torodebarro.blogspot.com.es

20 mar 2014


El Mercado de los Duendes
De la mañana a la noche
gritan los duendes a troche y moche:
"nuestros frutos comprad,
venid, venid y comprad
membrillos y manzanas,
limones y naranjas
rollizas cerezas,
melones y fresas,
sonrosados melocotones,
arándanos silvestres
moras atezadas,
zarzamoras muy moradas,
piñas y garraberas,
albaricoques y frambuesas;
que alcanzan su madurez
en verano todas de vez;
la mañana llega
y la tarde se aleja,
comprad lo que el verano deja:
de la viña uvas frescas,
granadas hermosas y plenas,
dátiles y peras,
de fraile y claudias son las ciruelas,
también damascenas y de yema,
venid y probadlas, no os dé pena:
pasas y grosellas,
encarnadas bayas,
higos a raudales
cítricos meridionales,
dulces y lozanos:
comprad, alargad esa mano.

Christina Rossetti
1830-1894



Ninfas
¿Dónde están ahora,
Oh, hermosas doncellas de la montaña,
Dónde las Oréades, dueñas de la Mañana?
Nada agita el recuerdo reciente,
El goteo limpio de aquella fuente;
Nada responde nuestros clamores,
Sólo el corazón lleno de dolores
En el Valle de los Zorzales;
Que se agita en los confines,
Pero el brillante rocío
Cae suave sobre los oídos,
Haciendo su delicado lecho de juncos,
Entonces escucha, despierto.

Katharine Tynan
1861-1931

El Carruaje de la Muerte
En la noche, cuando los enfermos yacen despiertos,
Escucho pasar al Carruaje de la Muerte;
Lo oí pasar salvaje, por senderos desiertos,
Y supe que mi hora aún no había llegado.

Click-clack, click-clack, los cascos pasaron,
Tirando del Carruaje, viajando en rápidas alas,
Viajando lejos, a través de la lúgubre noche.
Los muertos deben descansar hasta el alba.

Si alguien caminase sigiloso tras sus huellas,
El Carro y los caballos, negros como la medianoche,
Verá viajando a la Sombra de la Perdición,
Que atrae a todos, y a cada uno por venir.

Dios es piadoso con los que aguardan en la noche,
Escuchando al Carruaje de la Muerte en el umbral,
Y aquel que lo oiga, aunque sea débilmente,
El espantoso Carro se detendrá para él.

Él partirá con el rostro lívido,
Subiendo al Carro y tomando su lugar,
La puerta se cerrará, sin nunca vacilar.
Rápido se cabalga en compañía de los muertos.

Click-clack, click-clack, la Hora es fría,
El Carruaje de la Muerte sube la distante colina.
Ahora, Dios, Padre de todos nosotros,
Limpia de tu viuda las lágrimas que caen.

Katharine Tynan
1861-1931

Agotada
Tus fuertes brazos me rodean,
Mi cabello se enamora de tus hombros;
Lentas palabras de consuelo caen sobre mí,
Sin embargo mi corazón no tiene descanso.

Porque sólo una cosa trémula queda de mí,
Que jamás podrá ser algo,
Salvo un pájaro de alas rotas
Huyendo en vano de ti.

No puedo darte el amor
Que ya no es mío,
El amor que me golpeó y derribó
Sobre la nieve cegadora.

Sólo puedo darte un corazón herido
Y unos ojos agotados por el dolor,
Una boca perdida no puede sonreír,
Y tal vez ya nunca vuelva a reír.

Pero rodéame con tus brazos, amor,
Hasta que el sueño me arrebate;
Entonces déjame, no digas adiós,
Salvo si despierto, envuelta en llanto.

Elizabeth Eleanor Siddal
1829-1862

¿Deseas qué te amen?
¿Deseas que te amen?
Nunca pierdas, entonces,
el rumbo de tu corazón.
Sólo aquello que eres has de ser,
y aquello que simulas, jamás serás.
Así, en el mundo, tu modo sutil,
tu gracia, tu bellísimo ser,
serán objeto de elogio sin fin
y el Amor... un sencillo deber.

Edgar Allan Poe.

19 mar 2014



Poema Circunscrito
Mural. Medellín, Colombia
Te doy un poema circunscrito para abarcarte toda.

Con el alma izada como compás
partiré de la intersección de tus labios y los míos.

Al ángulo formado por tus brazos y tu corazón
circunscribiré un satinado beso curvo/ que circule/
y llegue al mismo punto inicial de mis labios.

El trilátero formado por tus laderas y tu talle también será circunscrito.

Luego/ por aproximaciones sucesivas/
convergiré hasta tú mismo centro.

Entonces, y sólo entonces/
habré dibujado/ completa y ávidamente/
toda tu geometría.

Alberto Hermoza
www.artepoetica.net

17 mar 2014


El Ratón
Vuélvete presuroso a tu agujero
ratón malandrín rabón que me acosa
o vete a roer las marmóreas losas
que sella el pertinaz sepulturero.
No te atrevas a subirte al plumero
que desempolva el vaso de las rosas.
Detente malnacido, ¡cómo es que osas
reírte de mí roedor pendenciero!
Mira si soy tonta y tan inocente
que en tu presencia y al estar desnuda
me da un no sé qué y hasta me entra frío.
Menos mal ratoncito que tu mente
al no pensar deja tu boca muda.
¡A tu agujero ratón y no al mío!

Eladio Parreño Elías
www.mundopoesia.com