Como Confiar en tu Pareja
Mural. Medellín, Colombia
-Tengo los nervios
destrozados, profesor Lugano.
-Tranquilícese, hombre.
Cuénteme qué le ocurre.
-Soy perfectamente
incapaz de confiar en mi pareja.
-¿Ella lo ha
traicionado?
-No.
-¿Lo ha engañado con
otro hombre?
-No que yo sepa.
-¿Le ha mentido de
alguna u otra forma?
-Creo que no.
-¿Le ha confiado alguna
infidelidad pasada?
-Jamás.
-Entonces el motivo de
su desconfianza no tiene fundamentos, hombre.
-Ya lo sé. Créame. Pero
sin embargo no puedo confiar en ella.
-No se preocupe. En
definitiva, la confianza está sobrevaluada.
-¿Le parece?
-Absolutamente. La
confianza se basa sobre algo muy nocivo: la certidumbre.
-Pero eso no tiene nada
de malo. Por el contrario. No hay nada más tranquilizador que la certidumbre,
la confianza en alguien.
-Tal vez. Pero por más
tranquilizador que le parezca eso no tiene nada que ver con el amor.
-No entiendo.
-La confianza se basa en
la certidumbre, en una certeza íntima sobre el otro; y esto excluye la duda, la
incertidumbre.
-Eso me quedó claro,
profesor. Lo que no entiendo es por qué usted separa la confianza del amor.
-Justamente porque esa
exclusión de la duda también nos aleja de la inquietud. La fe, o como usted la
llama, confianza, prescinde de los sobresaltos y las ansiedades del deseo. La
confianza es monotonía, es creer que el otro nos debe algo, pero sobre todo que
el amor puede y debe acreditarse. La incertidumbre, en cambio, es hija de la
pasión.
-Por eso proliferan las
relaciones clandestinas.
-No. Los amantes
proliferan por muchas razones, todas genuinas; y entre ellas por cretinos como
usted, que no conciben el amor libre de dudas.
Profesor
Lugano
El
lado oscuro del amor
elespejogotico.blogspot.com