31 ene 2014


Arrebátame, amor, Águila Esquiva
Mural (fragmento). Universidad Nacional. Medellín
Arrebátame, amor, águila esquiva,
Mátame a desgarrón y a dentellada,
Que tengo ya la queja amordazada
Y entre tus garras la intención cautiva.

No finjas más, no ocultes la excesiva
Hambre de mí que te arde en la mirada.
No gires más la faz desmemoriada
Y muerde de una vez la carne viva.

Batir tu vuelo siento impenetrable,
En retirada siempre y al acecho.
Tu sed eterna y ágil desafío.

Pues que eres al olvido invulnerable,
Vulnérame ya, amor, deshazme el pecho
Y anida en él, demonio y ángel mío.

Antonio Gala

El Misterio del Orgasmo

Haz de mi tormento un paraíso,
 cuéntame las perlas de mi pecho,
 acaricia mis momentos insolentes,
 peregrina por mi cuerpo con tus besos.

 Aventúrate a escalar mis cordilleras
 y reposa en mi valle de renuncias.
 Investigas la potencia de mis logros
 cuando viertes tu torrente en mi cascada.

 No pretendas sofocar mis llamaradas,
 son premisa de tu juego jubiloso,
 te daré mis canciones más vibrantes,
 cuando llegue el misterio del orgasmo.

Autor desconocido
lucesdemiser.blogspot.com




La Pancita
Canción infantil
Desde que yo estaba en la
pancita de mamita
tu me veías, tu me veías.

Y cuando estoy jugando
o durmiendo en mi camita
tu me ves y nunca me dejas.

Por eso yo digo gracias Señor,
por estar conmigo
y cuidarme con amor.

Por eso yo digo gracias Señor,
por estar conmigo
y cuidarme con amor.

Autor desconocido
guiainfantil.com

Silencio
Zoológico Santa Fe. Medellín, Colombia
No digas nada, no preguntes nada.
Cuando quieras hablar, quédate mudo:
Que un silencio sin fin sea tu escudo
Y al mismo tiempo tu perfecta espada.

No llames si la puerta está cerrada,
No llores si el dolor es más agudo,
No cantes si el camino es menos rudo,
No interrogues sino con la mirada.

Y en la calma profunda y transparente
Que poco a poco y silenciosamente
Inundará tu pecho de este modo,

Sentirás el latido enamorado
Con que tu corazón recuperado
Te irá diciendo todo, todo, todo.

Francisco Luis Bernárdez
1900 - 1978

Retrato de un Hombre Inquieto

Se retira hacia el fondo de sí mismo a pensar
Lo poca cosa que es. Tal vez se vuelve al árbol
Que le sugiere un gesto. Al cabo de una hora,
Es la arena más bien quien le influye. Indolente

Recuerda un viejo amor. Se cree bien conservado
A pesar del olvido y la sangre agolpada
Sobre su corazón. No estaría tan inerme
Si tuviera un amigo: por ejemplo un guijarro,

Un ave moribunda, una colina cálida.
Cierra primero un ojo, luego el otro, escrutándose
Con furor. No descubre nada fundamental

En sus pulmones ni en sus almas, que se quita
Una detrás de otra, igual que sus camisas.
Toda serenidad le parece una ofensa.

Alain Bosquet
1919 - 1998

Es Melancolía

Te llamarás silencio en adelante.
Y el sitio que ocupabas en el aire
se llamará melancolía.

Escribiré en el vino rojo un nombre:
 tu nombre que estuvo junto a mi alma
sonriendo entre violetas.

Ahora miro largamente, absorto,
esta mano que anduvo por tu rostro,
que soñó junto a ti.

Esta mano lejana, de otro mundo
que conoció una rosa y otra rosa,
y el tibio, el lento nácar.

Un día iré a buscarme, iré a buscar
mi fantasma sediento entre los pinos
y la palabra amor.

Te llamarás silencio en adelante.
Lo escribo con la mano que aquel día
iba contigo entre los pinos.

Eduardo Carranza

Comentario de la Muerte
Mural. Medellín, Colombia
   Os preocupáis demasiado de que vuestra casa esté limpia,
     y de que vuestros negocios estén sucios.
     Lo importante es mantenerse ocupado todo el día,
     porque no sabéis qué hacer con el tiempo libre.
     Y por eso vivís inventando cosas permanentemente.
     Pero yo os digo:
     Hay que hacer esta noche una fiesta privada en casa de cada cual,
     porque hoy es víspera de la muerte.
     Apuraos.

Jaime Jaramillo Escobar



Alguien
La Ceja del Tambo. Antioquia, Colombia
Alguien barre
Y canta
Y barre
(Zuecos en la madrugada).
Alguien
Dispara las puertas.
¡Qué miedo,
Madre!
(¡Ay, los que en andas del viento,
En un velero a estas horas
Vayan arando los mares!)
Alguien barre
Y canta
Y barre.
Algún caballo, alejándose,
Imprime su pie en el eco
De la calle.
¡Qué miedo,
Madre!
¡Si alguien llamara a la puerta!
¡Si se apareciera padre
Con su túnica talar
Chorreando!...
¡Qué horror,
Madre!
Alguien barre
Y canta
Y barre.

Rafael Alberti

1902 1999

Mis Errores

No fue sino un error esperar tanto
Las cosas que, quizá, no han existido
Y esforzarme por ser lo que no he sido,
Como aquel que sin voz, estudia canto.
No fue sino un error, lo mismo,
Cuanto luché por comprender,
Cuanto he querido;
Y olvidar como el árbol florecido,
La otoñal enseñanza del quebranto.
El amor resultó un malentendido;
Y así, hasta fue un error el desencanto,
Pues perdí lo que nunca he conseguido.
Hoy, ante todo lo soñado y lo sufrido,
Sé que aunque en mi experiencia, no adelanto,
Gracias a mis errores he vivido.

 Pedro Miguel Obligado
1892 - 1967

A veces me Figuro que estoy Enamorado

A veces me figuro que estoy enamorado,
Y es dulce, y es extraño,
Aunque, visto por fuera, es estúpido, absurdo.

Las canciones de moda me parecen bonitas,
Y me siento tan solo
Que por las noches bebo más que de costumbre.

Me ha enamorado Adela, me ha enamorado Marta,
Y, alternativamente, Susanita y Carmen,
Y, alternativamente, soy feliz y lloro.

No soy muy inteligente, como se comprende,
Pero me complace saberme uno de tantos
Y en ser vulgarcillo hallo cierto descanso.

Gabriel Celaya 

El Hombre Bien Educado

 Si tu estás en mi casa, no puedo yo decirte nada que te hiera, ni en lo más leve,
 porque estás en mi casa.
              Si yo estoy en tu casa, no podré decirte nada que te hiera, así sea levemente, porque estoy acogido en tu casa y sería casi un delito de mi parte.
              Si estamos en el templo, no podré decirte nada que te hiera levemente, porque estamos en el templo y el respeto a los dioses es también respeto al mundo.
              Si nos entretenemos en el juego, mientras estemos jugando no podré decirte nada que te hiera, porque las leyes del juego obligan a los jugadores por igual.
              Si estamos en la calle, ah, de ningún modo podría yo ofenderte en la calle, en el mismo momento en que debo ofrecerte mi saludo como demostración de contento por haberte encontrado en la dichosa casualidad de la calle, en esta hermosa ciudad toda llena de árboles, de pájaros y de caprichosas fuentes.
              Si te encuentro en una fiesta a la cual hemos sido invitados con fineza, ¿cómo podría yo ofenderte en el obsequio del salón, quebrantando la consideración debida a los anfitriones y el honor de la casa ajena?
              Si por acaso nos encontramos en un viaje, tampoco podría yo ofenderte de ningún modo bajo el acatamiento y la atención del viaje, en presencia de la naturaleza admirablemente florecida y los tranquilos ganados que nos miran apreciativamente desde el campo.
              Tal parece que el mundo se ha vuelto estrecho, que no hay lugar para volver a ser nosotros mismos, como hemos sido siempre.
              ¡Y tantas ganas que tenía yo de ponerte de presente unas cuantas cosas!


Jaime Jaramillo Escobar

30 ene 2014


Fuerte Impresión

Muy ufano don Rubén,
en la agencia de autos nuevos,
de marca Mercedes Benz,
al ver un modelo bien,
se echó un oloroso pedo.

Creyendo estar solo el viejo,
volteaba a su alrededor,
pero vio que no muy lejos
se encontraba el vendedor.

Y fingiendo disimulo
preguntó el precio del coche,
y el vendedor muy calmudo
le dijo como un reproche:

“ Si al mirarlo se echó un pedo,
según lo pude notar,
cuando yo le diga el precio,
seguro se va a cagar”.

Vimario
Mundopoesia.com

Tu Mirada
Mural. Universidad Nacional. Medellín 
Tu mirada de fuego me seduce
me llama por mi nombre, me acorrala
también me hace sudar y se resbala
en el mismo pecado al que me induce

Tu forma de mirar sólo traduce
el deseo de mi que te acicala.
¡Indiscreta! Sin más se me regala
y por toda mi piel, se me introduce

Tu forma de mirarme no me adula
sin embargo sin ella no podría
esconderme del tiempo que me anula

Te pido por favor...ya disimula!
Que en las penumbras y en la luz del día
tu mirar penetrante...me eyacula!

Amelia Blanchard

Camino Interior

Lo he hecho todo:
Sembré un árbol donde no recuerdo,
Escribí un libro que nadie ha leído
Y tengo un hijo que nunca veo.

Lo he llorado todo:
He llorado la muerte, el amor, el destino,
La miseria, el hambre, la distancia
Y ya no queda sal en ninguna lágrima.

Acaso al fin lo he escrito todo:
Mil quinientos setenta y nueve poemas con treinta
y un centavos,
Tres cuentos, dos ensayos, noventa y tres informes,
Una renuncia,
Siete cartas, once mensajes en la nevera,
tres mentiras,
Cuatro grafittis, setecientas trece firmas –incluida
la de la renuncia–
Un árbol, un hijo, un libro,
Un destino, un amor, una muerte,
Un hastío, un dolor, una cólera,
He escrito todo mi desamparo.

Hellman Pardo


Visión Vespertina
Mural (fragmento) Medellín, Colombia
De vez en cuando, es bueno detenerse
Para mirar los rostros de las gentes
Y darse cuenta.

A veces es bueno
Sacar a pasear la soledad un rato
Y entretenerla mirando las vitrinas
O sencillamente mirando hacia abajo,
Hacia donde los pasos
Gastan afanosamente el pavimento de las calles.

Yolanda Araque Osorio

La Taza de los Desechos 
Mural (fragmento). Medellín, Colombia
El cereal flota dentro de la leche tibia que se escurre entre los labios, sus burbujas se revientan una a una, revelándose contra la tiranía juvenil y los cordones que cuelgan de los tenis de leopardo. Allí esta ella pálida, imperturbable, impune a la crueldad comiéndose la uñas medio pintadas de ansiedad.
El la acompaña con sus ilusiones de amor, de besos y de rímel, sus lágrimas negras lo conmueven pero prefiere alejarse de la habitación, de la situación con sus medias de malla y el olor a tabaco profundo que penetra la habitación. Bloody mary.  ¿Por qué te vas?  El cielo está oscuro, gris ratón que no quiere alumbrar ni parir una franja de luz tenue y fría, como tú.
El viento corre libre y se empañan los pensamientos, solo quedan las notas, el reproductor y el vacío. ¿Hay alguien allí afuera?


 Giovanna Chadid

29 ene 2014


Huelga
Mural. Universidad Nacional. Medellín
Quiero una huelga donde vayamos todos.
Una huelga de brazos, piernas, de cabellos,
Una huelga naciendo en cada cuerpo.

Quiero una huelga
De obreros de palomas
De chóferes de flores
De técnicos de niños
De médicos de mujeres.

Quiero una huelga grande,
Que hasta el amor alcance.
Una huelga donde todo se detenga,
El reloj las fábricas
El plantel los colegios
El bus los hospitales
La carretera los puertos.

Una huelga de ojos, de manos y de besos.
Una huelga donde respirar no sea permitido,
Una huelga donde nazca el silencio
Para oír los pasos del tirano que se marcha.

Gioconda Belli

Discreto Amor
La Ceja del Tambo. Antioquia, Colombia
Mi viejo corazón toca a una puerta,
Mi viejo corazón, como un mendigo
Con el afán de su esperanza incierta
Pero callando lo que yo no digo.
Porque la que me hirió sin que lo advierta,
La que sólo me ve como un amigo
Si alguna madrugada está despierta
Nunca será porque soñó conmigo.

Y sin embargo, ante la puerta oscura
Mi corazón, como un mendigo loco
Va a pedir su limosna de ternura.

Y cerrada otra vez, o al fin abierta,
No importa si alguien oye cuando toco,
Porque nadie sabrá cuál es la puerta.

José Ángel Buesa

El Sueño ha Terminado
Mural. Universidad Nacional. Medellín, Colombia
Para nuestro siguiente número me gustaría pedir vuestra ayuda:
la gente de los asientos más baratos debe dar palmas,
y el resto de ustedes
puede simplemente  sacudir  sus joyas

Dios es un concepto por el cual medimos nuestro dolor

Sí los Beatles o los 60´ tuvieron un mensaje fue: aprende a nadar,
y una vez que hayas aprendido,
nada

Los Beatles somos más populares que Jesucristo

El Sueño ha Terminado

John Lennon
1940 – 1980


Las Paredes de Mi Casa se Cuartean

La tierra se agrieta
Y una tempestad en todo el horizonte
Hace huir a los pájaros
Y cantar a las gallinas.
De nuevo una mujer me olvida
Como olvidó una tarde su llavero
Y unos niños duermen
Sin presagios la siesta.
No leer la prensa...
No escuchar noticias...
No mirar la imagen de mis viejos
Que esperan todavía
Haciendo sonrisas a la muerte.
Mientras tanto yo escribo poesía
Oficio de pitonisas y de vagos.

Gustavo Quesada Vanegas


Sobre los Dulces Cansancios

Hombre de la medida justa
para mis caderas,
recipiente de todos los temblores
de mi cuerpo,
madera antigua, de fino roble,
erecto.
Volcán de lava que me siembra
hacedor de los dulces cansancios,
la ondulación de mi vientre,
de mi piel estrecha y concreta.
Navégame, marinero alucinado,
navégame y viérteme luego
en tus manos.
Soy todos los frutos
y tú
todos los labios.
Bebámonos.

Ana Milena Puerta